Algo va cambiando, nos sentimos distintos –siempre y cuando no sea un síntoma radical por la que no se ve, ni se siente la pierna-s, o la mano-s, temblores, o similares- Ante el primer impacto esperamos unos días a ver si se pasa. Si es cosa del destino, del tiempo, o de que se yo. Hasta que después de dar mil vueltas, nos damos cuenta que la esclerosis múltiple ya hizo de las suyas en nuestro cuerpo y es hora de ir al neurólogo. En el fondo con la esperanza de habernos equivocado, y que los síntomas se desaparezcan de un plumazo.
Muy a nuestro pesar, corroboramos que estábamos en lo cierto: hay un nuevo brote. Ante nosotros se extiende un sinfín de análisis (potenciales evocados, electromiograma, análisis de sangre, resonancia magnética, etc).
Y si estamos con alguna medicación, puede que llegue la hora de cambiar, aunque la variedad no es lo que abunda en esta materia. Las alternativas no son infinitas ni mucho menos, y depende de la fase de la enfermedad y las posibilidades existentes.
Y alrededor de toda esta vorágine en la que nos vemos inmersos, conservamos la esperanza que nos den una respuesta mágica, la que nunca llega porque en cuanto a esclerosis múltiple queda mucho camino por recorrer. Pero hay un punto a tener en cuenta, el tiempo pasa y nuestra paciencia se agota, paralelamente con nuestra discapacidad.
En fin que es una putada con todas las letras tener un brote, empeorar y sentir que el cuerpo no nos responde como esperamos.
Es en ese momento cuando entramos en un huracán de estudios, información, consultas y espera. Y todo en función de intentar frenar el avance indefectible de la enfermedad que nos acecha, sin oficio ni beneficio.
Maria Paz lo que sentiste y ansiaste que no fuera me paso lo mismo a mi, los brotes son brotes que dejan o no sus secuelas, pero no es mas que eso hay que seguir porque la vida es eso hay caminos con piedras y otros lisos te mando un beso enorme mi nombre es Viviana de Argentina y me gusta leer tu blog, vamos arriba!!!
ResponderEliminarlos brotes......que difícil sensación!, cuando estamos bien igual es imposible dejar de pensar cada día.."ayy hoy estoy bien..pero y mañana?" y así cada día..hasta que de pronto un día es distinto y uno se descubre diciendo.."ayyyy....parece que tengo un brote...ojalá que no"..después viene el consabido..."ayyy...que se me pase luego, que no me deje secuelas"...y así una vez recuperados...todo empieza de nuevo...."ayy hoy estoy bien..pero y mañana?"...es un círculo macabro y cada vez más pequeño, ya que con el tiempo cada brote y cada secuela nos va minando el camino un poco más....
ResponderEliminarHola Maria de nuevo,se lo que se siente con los brotes,es una sensacion de terror y impotencia que por mucho que pienses que no que esto no va a ser un brote que es algo pasajero,algun catarro que he cogido y por eso estoy mas cansado de lo normal o tantas cosas que se te pueden pasar por la cabeza,al final la p. esclerosis sigue su curso implacable sin mirar a quien se lleva por delante,solo nos queda unos chutes de corticoides y a esperar sentados,asi que creo que como el brote te lo marca la esclerosis y va a seguir el curso que le de la gana(bueno o malo)lo mejor es intentar seguir la vida lo mejor que te deje,sin comerte mucho la cabeza porque parece que eso es lo que quiere,no contenta con atacarte fisicamente tambien hacerlo psicologicamente.Animo que a veces los corticoides funcionan y se queda en un brote sin secuelas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,Iñigo.
Maria, al leer tus comentarios me parece estar reviviendo paso a paso la enfermedad de mi hija, no solamente los que la padecen tienen esos pensamientos, dudas y temores, tambien los que los rodeamos, nos vemos ante un enigma e igual nos preguntamos Y ahora....??? de verdad esto es terrible, inclemente, y como dices una PUTADA, asi en mayuscula, solo la esperanza y la fe creo que es la que nos mantiene a todos en pie. Gracias por tus comentarios.
ResponderEliminar