El comportamiento ciudadano es todo un tema de debate para quienes tenemos algún tipo de discapacidad. Ni que hablar de a quien no se le nota, los síntomas invisibles. Y como dice el dicho “hay de todo en la viña del Señor”. A nivel urbanístico todo un reto de conducta, valores y contemplación.
Sálvese quien pueda. ¿Cuál fue mi sorpresa la primera vez que viajé en avión con muleta? En ese momento me di cuenta de el lugar que pasé a ocupar en la sociedad, casi somos los últimos de la lista.
Todos conocemos la norma de evacuación que dice que “las mujeres y los niños primero”………….y quienes padecemos alguna minusvalía, ¿cuándo es nuestro turno? Somos los últimos. Nuestra vida perdió valor. De hecho las compañías aéreas nos ubican del lado de la ventana, aunque elijamos pasillo………porque si hay una emergencia complicamos la evacuación. Somos un impedimento más a sortear. Y ni se nos ocurra sentarnos al lado de la puerta de emergencia, duraremos ahí menos de un minuto. Fue impactante, porque más allá del hecho en si mismo, me sentí de otra categoría. Y nadie puede negar que las jerarquías existen.
La calle tampoco se libra. Caminar para muchos de nosotros tiene su dificultad, desplazarnos con muletas o andador es casi un reto. Ni que decir para quienes se trasladan en silla de ruedas. Entre la gente que no mira, ni cede ni da lugar para pasar, están los que arremeten contra todo aquel que está en su camino.
En el metro y el autobús suceden cosas parecidas. Eso si, que te den el asiento es un hecho que no se da todos los días. Es casi una excepción. La alternativa es, en el caso del subte es entrar al primer o último vagón, donde están los sitios de cesión obligatoria a ciertos colectivos: embarazadas, bebés, discapacitados e inválidos.
Nos queda una lección elemental, aprender a ser más humanos, que la vida llega más lejos que el ombligo.
Soy una de ésas personas a las que "no se les nota"; a pesar de camino sin ayuda de un bastón, tengo un ritmo propio (algo lento), entonces opté por ser la primera en descender del colectivo, porque al haber otras personas esperando para bajar el chofer no va a arrancar dejando una de mis piernas en el escalón, soy la última en salir del cine (y elijo las primeras butacas, porque me resulta inseguro subir sin un pasamanos). Cuando voy aun bar o restarante me fijo que los baños estén abajo, pero éstas cosas puedo hacerlas yo. Los demás,los que no advierten mi discapacidad y para los que soy un fastidio se han llevado hace algún tiempo, una cantidad de puteadas y todo tipo de blasfemias de toda índole, pero hubo un momento en el que me ví a mí misma, años atrás, caminando a toda marcha y apurando a otra gente que tal vez estaba en la misma situación en la que estoy hoy, sin yo saberlo.
ResponderEliminarAsí que, respiro hondo, y sigo siendo la última de la fila, con mi paso lento.
Yo tamnién soy la última de la fila. Es muy loco!!!!!! Siempre quise serlo, digo,en la escuela primaria y secundaria por mi altura no pasaba ni a la segunda!!!! Bueno. Tu artículo Paz es impecable y muy sintético. Yo agregaría una lista de cosas larguísima, que son importantes pero que "a la sociedad" que es muy sana cansamos. Lamentablemente noto inteligencias múltiples también....lo que implica que mucha de estas cosas nos den mucha impotencia y cansancio. ej: la idea de tener un scooter para manejarse con más facilidad. En Argentina no los podés pedir legalmente porque fueron robados muchísimos porque somos los primeros candidatos a ser "robados". También somos los primeros en ser los últimos en las agendas del ANSES. Y los primeros en ser rechazados en los bancos cuando nos ven entrar, literalmenre se hacen los boludos. En fin....ser los primeros o los últimos, siempre perdemos.
ResponderEliminarCariños Gabs.
Que pena y que lucha tan grande, yo también soy de esas que no se les nota, muchas veces hay una incomprensión tan grande que casi he optado por guardármelo para mi, para no escuchar el "pero si tu estás estupenda!" o el " todo el mundo se cansa"... es complicado pero bueno filosofía y a echarle cara :).
ResponderEliminarMe encanta leerte,
Un besote
Lamentablemente es así, al otro lo único que le importa, por lo gral., es llegar a destino sin importar cómo. Me pasa que como camino lento siento el fastidio del que va atrás mío. Es en la mirada del otro donde más veo mi discapacidad, y es por la inrolerancia, cada vez má notoria, con la que estamos acostumbrados a convivir. No me sorprende, pero sí me preocupa. Elizabeth
ResponderEliminarA todas, el intercambio de vivencias es excelente. A mi me hace muy bien sentirme acompañada -lamentablemente todas en este camino-pero desde el apoyo y compartiendo vivencias. Gracias por abrir su corazón y su vidas conmigo en este espacio de tod@s.
ResponderEliminarEsclerosis Multiple Mexico
ResponderEliminarHoy tuve la oportunidad de leer todas las publicaciones de tu blog... Felicidades María!!! Muy buen blog!!!! A veces vivimos reprimidos ya que pocas personas nos entienden y poder hablar de los temas que nos importan con "compañeros del mismo dolor" es reconfortante.
Pues voy a añadir algo a esto... cada vez q voy a alguna parte y tengo q usar la silla... los q me llevan se creen q llevan un trasto sin ojos, sin derecho a parar a saludar, me aparcan de cualquier manera o me arrastran con la prisa de qui ...en lleva una carga q no siente los baches... tb me he tenido q disculpar en centenares de ocasiones por atropellar a viandantes porque mi familia no respeta ese espacio vital de los demás... y te sientes ridículo allí sentado y sobretodo avergonzado, más por unos y otros q por ti mismo... así q al final acabo por pedir q e dejen manejar la puta silla si me van a tener q llevar con tan poco cuidado. ayer estuve en un mercadillo y acabé hasta los putos ovarios de q me aparquen donde menos quiero estar... o dónde más puedo molestar
ResponderEliminarRaquel
A mi, ya se me nota, y cuando voy en la silla de ruedas saludo con la mano en plan reinona............ Carmen
ResponderEliminarHola, yo aun soy de las que no se le nota, y que cierto es eso de que los demas no ven mas allá, pero si se te ve genial! y todo el mundo se cansa... que cruz... nadie lo entiende realmetne y pareces un bicho raro.. una vaga y una aburrida. en fin.. hay que vivir con ello y llevarlo lo mejor posible! es bueno leeros y no sentir que eres la unica en el mundo. un abrazo cristina
ResponderEliminarme gusta mucho tu blog! Elizabeth
ResponderEliminarmuy bueno lo que escribis gracias por compartir
ResponderEliminarA MI ME PASO LO MISMO ,NO ME PODIA CREER QUE CON 33 AÑOS ESTABA ENFERMA ,PERO CON AYUDA DE MI MARIDO Y DE MI HIJO SIGO LUCHANDO DIA A DIA ,SOBRE TODO POR MI HIJO PARA QUE TENGA UNA INFANCIA FELIZ.
ResponderEliminarAINHOA
Ante todo, un abrazo fuerte para todos/as.
ResponderEliminarTenemos que entender que a nuestra enfermedad la llaman la enfermedad silenciosa.
Y es asi porque no se nota en muchos casos, y aun notandose, los sintomas pueden ser desconocidos para casi todos. Cuando me contaron que tenia esclerosis a los 22 años no sabia que era , pero ni de oidas.
En cuanto a los que estais en sillas... no puedo hablar porque no lo conozco desde dentro , asiqeu ÁNIMO y PACIENCIA