Ir al contenido principal

¡Quiero pis!

Dejamos de ser niños hace décadas, eso está claro, ya que somos personas de 20 a 40 años en general. Ya no podemos gritar y que salga nuestra madre, padre o abuelos a nuestra ayuda buscando a todo gas el primer baño disponible ante nuestra necesidad imperiosa. Hasta ahora nos arreglábamos solos, estaba todo bajo control. 
Cuando éramos chicos aprendimos primero a pedir, luego a controlar. Sin embargo ante nuestro asombro, parece que cierta cuestión vuelva a ser cómo antes en el fondo, pero no en la forma. Si bien podemos solos, a veces es más complicado que lo que pensamos llegar a tiempo y que nada se descontrole. 
Ante el avance de la esclerosis múltiple, y la repercusión de las secuelas a nivel urinario, la sensación de ganas de ir al baño disminuye, la falta de tiempo entre que nos damos cuenta e ir al servicio es cada vez más angosta. 
Ante esta situación la velocidad es un handicap de lo que no podemos hacer gala, ya que seguramente tenemos rigidez, o falta de sensibilidad o de fuerza en nuestras piernas por lo que llegar rápido se torna complicado, y a veces imposible.
Si a esta situación le añadimos los obstáculos arquitectónicos formamos una combinación que nos juega en contra desde donde la miremos. Uno de las barreras más comunes que tenemos que sortear son la ubicación de los baños de los bares. Están casi todos en el primer piso o en el subsuelo, y para sorpresa de todos, tienen concedido el permiso de discapacitados.
Esto es inaceptable, y se da inclusive en bares o restaurantes de reciente construcción o adaptación. Que más da los metros cuadrados del aseo y los accesorios para facilitar nuestros movimientos, sin nos es imposible llegar a él. Si usamos muletas o tenemos ataxia es una traba pero si estamos en silla de ruedas es imposible acceder. 
El jueves pasado, luego de dar clase partí a mi casa. Estaba en Barakaldo e iba hacia Algorta, camino que requiere cambiar de línea de metro y a mi manera de caminar me lleva una hora. A las pocas calles tenía ganas de hacer pis. Cuál fue mi sorpresa que hasta cumplir mi cometido, entré a tres bares distintos. Todos tenían el baño en el primer piso. Esto no quiere decir que encontré un servicio a la altura de las circunstancias. 
En el cuarto establecimiento bingo, el baño estaba en la planta baja. No podía seguir buscando, mi desesperación era indescriptible, y corría el riesgo que fuera tarde antes de mojarme los pantalones. Puf, faltó muy poco; malditos escalones. 
La pregunta es por qué estamos obligados a pasar por el stress causado por la incapacidad de otros al contemplar y responder a las necesidades de los demás. 
Creo que es hora de revisar las instalaciones y que las condiciones de accesibilidad no sean sinónimo del logo de una minusvalía, sino que estén acorde a nuestras necesidades.  



Comentarios

  1. Cuanto se d esto y k familiar me parece....Luisa

    ResponderEliminar
  2. Algo que muchos sufren o hemos sufrido en algun momento y tan pocos se atreven a comentar!! casi diria como algo tabú!! Gracias por hacerloo público! Gabriela

    ResponderEliminar
  3. MARIA PAZ, A PROPÓSITO DE "QUIERO PIS", ESTOY ESCRIBIENDO UN LIBRO TITULADO "BAÑOS DE VENEZUELA", YA TE PUEDES IMAGINAR EL POR QUÉ... riquilda

    ResponderEliminar
  4. Para politicos d servicios sociales y sanidad...Eva

    ResponderEliminar
  5. Las personas con EM cuando salimos de nuestras casas a cualquier diligenciaa nos enfrentamos a todo esto. Primer objetivo al llegar a un lugar: ubicar un sala sanitaria; primer obstáculo casi siempre: las escaleras.. y el temor de sentarnos sin protección por eso de contraer alguna mala bacteria.........todo un acto de malabarismo...Yo he resuelto un poco mi situación con el uso de pañales desechables pero no es lo ideal... Me ha tocado vivir cada momento que ni te cuento...todo un largometraje..Horrores... : ( Elena

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Dos son pareja, tres son multitud

¿Cómo seguir adelante en pareja, siendo dos, con un tercero en discordia: la esclerosis múltiple?. Es complicado porque afecta a ambos. En cuanto se incumbe parece que todo rebalsa y nada se puede contener.   Lamentablemente un alto porcentaje de parejas-matrimonios no llegan a buen puerto. La separación pasa a ser un hecho irrefutable e indiscutible. Muchos reclaman su derecho a “vivir de otra manera”. Ante esto nos quedamos impávidos, pero quizás nosotros por lo que nos pasa, tenemos otro punto de vista, otra forma de encarar las cosas, de verlas y afrontarlas. Es ahí cuando entendemos, hacia uno y otro lado, que no es posible ponerse en los pies de otro; porque a cada uno le duele su callo. Una separación, ruptura, corte y distancia es doloroso de por sí, más allá de la condición de cada uno. Cuando una pareja se rompe, todas las culpas señalan a la enfermedad casi en primera instancia, pero más allá de ella las razones -que son variadas- tanto de uno como del otro están en una s

Síntomas invisibles o visibles de los que no se hablan #DiaMundialEM

El 30 de mayo será un día especial para muchos, es más para 2,3 millones de pacientes que conviven con la esclerosis múltiple (EM), una enfermedad neurodegenerativa, autoinmune, crónica y discapacitante. No será una celebración, aunque los avances científicos son dignos de mención, sino más bien una oportunidad de hablar de síntomas que interfieren y de que manera, de afrontar las circunstancias del hecho de tener esclerosis múltiple en su interferencia de la calidad de vida.  Estaremos muchos compartiendo circunstancias y realidades, con el fin de difundir, sensibilizar y generar empatía. Este año la campaña fue denominada «Mi EM Invisible» (#MyInvisibleMS) y el tema será la visibilidad.  Realizaré un alegato a la comunicación, a la intervención multidisciplinaria que síntomas acallados requieren, y a escuchar al paciente como fuente de conocimiento sobre la enfermedad.  Sobre eso justamente quiero hacer hincapié, sobre aquellos síntomas que nos afectan pero no se hablan ni se

Carta a la EM …y van 18 años

Getxo, 21 de julio 2022 Estimada Esclerosis Múltiple Hoy, empezamos a transitar el año 18 desde que me diagnosticaron tu presencia. Como no podía ser de otra manera no te di la bienvenida, impactaste mi existencia con tu aparición, generaste un terremoto inicial que supe negar, reconducir, o esquivar. Con el transcurrir de los años fuimos pasando al principio participando juntas de una convivencia ideal: no interferías en mi vida, estabas ahí pero sin aparecer. Hasta que más de 3 años después hiciste tu entrada triunfal e ininterrumpida con un ritmo bastante movido. Removiste todos mis proyectos, mi salud fue desestabilizándose. Tu constancia por hacerte notar me perturbó transformando mis metas y realidades. Fuiste dejando huella, limitando y generando la necesidad de ir adquiriendo nuevos productos Ortoprotésicos para poder hacer una vida con escollos, pero seguir adelante con mis proyectos. La adaptación ante cada brote de la que fui digiriendo distintas situaciones que me hiciste p