El "discruso" del rey

“El Rey se ha querido poner a prueba”.El Príncipe destaca la fortaleza de su padre en el Día de las Fuerzas Armadas.  De tal palo tal astilla. 

“A ver si vosotros hubierais aguantado lo que yo”, comentó el Rey Juan Carlos Borbón con los periodistas luego del acto de las Fuerzas Armadas. 

Había sido anunciado "con bombos y platillos" que el monarca iba a asistir al acto militar -no falla a casi ninguno de este tipo-. Todas las miradas estaban puestas en él, desde que a causa de sus operaciones de cadera, por la salida de caza de elefantes, estuvo ausente, en reposo y proceso de recuperación. 

Por motus propio decidió mantenerse en pie durante todo el acto, y por ende todos los asistentes lo imitaron. Despues ante los periodistas hizo una declaración que es un fiel reflejo de parte de la sociedad, en la que destacó el hecho de haber estado de pie durante 45 minutos haciendo hincapié a que usa muletas, y eso no lo inhabilitó para tal hallazgo. Conste que en el placo principal había sillas para todos, y en especial para él. Fue su elección mantenerse firme, quizá por su educación castrense.  

La crítica viene a colación sobre una premisa que sostiene que "el lenguaje hace la realidad". Lo lamentable del suceso es que no aprovechó su cercanía con los medios y su tirón mediático para aportar un mensaje sobre lo que significa caminar con muletas -aunque su caso sea temporal- y lo que implica. Hubiera estado bien, en vez de recalcar su "estoico" momento de pie, hablar sobre la sociedad inclusiva, las necesidades de la gente con discapacidad, y la igualdad en todas sus formas. Hacer un comentario sobre la solidaridad entre unos y otros hubiese sido una mejor opción de trasmitir un mensaje, en vez de mirarse al ombligo y pavonearse por su "aguante". 

Una vez más queda demostrado que el sentido común es es un bien en extinción y el narcisismo un valor en alza.