Que
en el País Vasco el sol no es lo que abunda no es un gran descubrimiento. Acá
la lluvia es parte del día a día, y porque no decirlo, del paisaje. Y el
sirimiri una señal de identidad.
A
todo esto, quien más quien menos nos sentimos coleccionistas de paraguas, tanto
de los que poseemos y de todos aquellos que perdimos, nos dejamos olvidados, o
se rompieron luchando contra el viento que arrecia de vez en cuando.
Cómo
usamos este casi vital elemento para quienes vivimos por estos lares? En cuanto
caen dos gotas abrimos el paraguas y caminamos por debajo de todo tipo de
techos. Insólito: con paraguas y andando protegidos por balcones, techos y
toldos.
De
pronto viene alguien de frente, caminando bajo la lluvia con muletas o en silla
de ruedas por ejemplo, y sostener el paraguas es un poco difícil, más bien
diría imposible a no ser que tengan 3 manos. La mayoría sigue andando, debajo
del techo y con paraguas, como si tal cosa, sin ni siquiera apartarse para
dejarlos pasar…no vaya a ser que se les moje el paraguas.
Mientras
estamos en una zona sin ningún resguardo, esperando para cruzar a que cambie el
semáforo, ni se nos pasa por la cabeza cubrir o resguardar a una persona
discapacitada que va cubierta por una capa de lluvia o un chubasquero, para
evitar que durante su espera se siga mojando.
Qué
nos está pasando? Prefiero pensar que nos da vergüenza. Lo dicho, en cuanto
vean alguien a su lado, mojándose, abramos el paraguas antes que llueva…….sobre
mojado.
* Emitido en el programa Más que palabras - 91.7FM Radio Euskadi - 14 de julio del 2012
Si alguien consigue descubrir porque la gente que lleva paraguas va debajo de los balcones, que lo diga..... pq eso me lo he preguntado siempre.... y jamás he llegado a entenderlo.... y ya no decir nada sobre si se cruza con alguien que no puede llevar el paraguas..... en fin, paradojas de la vida, supongo :S
ResponderEliminarGustavo Ponce de Leon Ese es un amig@...
ResponderEliminarAquel cuyo apretón de manos es un poquito más firme.
Aquel cuya sonrisa es un poquito más luminosa.
Aquel cuyos actos son un poquito más diáfanos.
— Ese es a quien yo llamo un amig@.
Aquel quien más pronto da que pide.
Aquel quien es el mismo hoy y mañana.
Aquel quien compartirá tu pena igual que tu alegría.
— Ese es a quien yo llamo un amig@.
Aquel cuyos pensamientos son un poquito más puros.
Aquel cuya mente es un poquito más aguda.
Aquel quien evita lo que es sórdido y mísero.
— Ese es a quien yo llamo un amig@.
Aquel quien, cuando te vas, te extraña con tristeza.
Aquel quien, a tu retorno, te recibe con alegría.
Aquel cuya irritación jamás se deja notar.
— Ese es a quien yo llamo un amig@.
Aquel quien siempre está dispuesto a ayudar.
Aquel cuyos consejos siempre fueron buenos.
Aquel quien no teme defenderte cuando te atacan.
— Ese es a quien yo llamo un amig@.
Aquel quien es risueño cuando todo parece adverso.
Aquel cuyos ideales nunca has olvidado.
Aquel quien siempre da mas de lo que recibe.
— Ese es a quien yo llamo un amig@.
Autor: John Burroughs (1837-1921)