Al supermercado - mi columna emitida en Más Que Palabras 91.7FM

Como cualquiera de ustedes, naturalmente los discapacitados también comemos y nuestra casa se ensucia, y por ende vamos de compras…aunque es una tarea doméstica, para considerar.

Ir al supermercado es una de las cotidianidades a realizar. Suena sencillo pero no lo es.  Después de todo, somos clientes aunque tengamos alguna discapacidad, pero tenemos que sortear muchos obstáculos que dificultan el acceso y desenvolvimiento de nosotros, por no haber sido tenidos en cuenta a la hora de diseñar los entornos y los servicios.
Entre los inconvenientes, por decir algo, porque hay muchos y diversos, a la hora de salir de compras tenemos que tener en cuenta si ¿Voy solo o acompañado? ¿Alguien está disponible para ir con nosotros? Estas preguntas encierran dependencia, y si por esas cosas que tiene la vida queremos preservar nuestra autonomía personal (que para quienes no lo saben es la posibilidad de desarrollar actividades cotidianas) o ir solos, debemos tener en cuenta varias cosas.

Hacer la lista es una de ellas, porque como muchos también nos tentamos, tenemos un presupuesto al que ceñirnos, o nos podemos olvidar de lo indispensable o de lo que nos faltaba motivo por el cual fuimos al super. A quien no le pasó que fue porque le faltaba un producto y volvió sin él. Bueno a nosotros también, pero volver es otra historia.

Dejando a un lado los estacionamientos que están adaptados, entramos al supermercado.

Como si fuera poco los carritos no están adaptados. ¿Alquien en silla de ruedas puede desenvolverse con ellos? No. Corramos un tupido velo… por ahora.

Recorremos los pasillos, evitando que nos lleven por delante, que tropecemos mientras hacemos malabares con la silla de ruedas, las muletas, la fuerza que nos falla o el equilibrio que nos balancea. Ni que hablar sobre los rótulos inexistentes para ciegos.

Muchos dirán que ante la falta de asistencia para discapacitados en los centros de compras, los circunstancias conllevan a que sería mejor hacer la compra por internet…Y perdernos el entretenimiento de salir, ver gente, hacer algo como todo el mundo: NI HABLAR. Nosotros también tenemos derecho de ir al super y hace las compras en vivo y en directo.

Volviendo a la compra propiamente dicha, estamos listos para pagar, nos acercamos a la caja en la que las destinadas a las personas con diversidad funcional brillan por su ausencia-. A la hora de descargar los productos se podría decir que estamos solos ante el peligro. Ni por asomo nos dan una mano, y eso si que es cuestión de todas y todos, ayudar no está de más y viene bien para quienes tenemos alguna discapacidad así como para personas mayores, embarazadas, en fin que no es sólo por nosotros.

Para algunos será una tontería, aunque no tienen ni idea lo bien que nos viene que nos ayuden a descargar el carrito.

Y si por una de esas casualidades de la vida, alguien se presta a ayudarnos, es una persona mayor.

Para concluir me gustaría dejar claro que, pedir ayuda no está de más, pero ofrecerla tampoco. 
Audio de mi columna De eso no se hablaba en 01:42:55  Más Que Palabras -R.Euskadi 91.7fm
http://www.eitb.com/es/audios/detalle/957545/mas-que-palabras-23092012/