No es lo mismo - mi columna emitida en MQP - radio Euskadi

El martes fui al preestreno de la película Camera Obscura, que narra la historia de Ane, una adolescente que quedó ciega luego de un accidente, y descubre la fotografía mediante la que iluminará algunos secretos familiares.

La intención de esta historia es transmitir "un mensaje real de normalización" a la sociedad actual de las personas con ceguera y deficiencia visual.  Tengo serias dudas que lo hayan logrado. …  Porque trasmitir normalidad ante el cambio del que indefectiblemente derivan transformaciones, no es sinónimo de normalización.  Y por otro lado me gustaría saber ¿qué es normal?

Como ustedes saben “una imagen vale más que mil palabras” es más que una frase. Es una demostración del valor que le damos a la vista, aunque a veces miremos sin ver. El lenguaje no queda exento de esta premisa, ya que aportamos fuerza a lo que decimos mediante la incorporación de la palabra ver, sino “ya lo veremos”.

La importancia de la vista queda resaltada en muchas expresiones repetidas, una y mil veces, por cada uno de nosotros.  Por enumerar algunos ejemplos: Solemos decir, a mi manera de ver. O Cuando alguien llega tarde, marcamos su demora preguntado: ¿Viste qué hora es?

Cuando alguien hace algo que no corresponde, le llamamos la atención diciendo: “mirá lo que hacés”

Y así seguimos ¿A ver cómo quedó la casa? , ¿Lo pruebo a ver como me queda?

Estás frases forman parte de nuestra manera de hablar, y en la película se oyeron estas expresiones y tantas otras similares que llamaron mi atención. No sólo porque las decían, sino porque lo hacían delante de una persona ciega, sin inmutarse. Y esa también es una desconsideración hacia el otro, así como un aspecto para modificar de nuestro vocabulario porque el lenguaje hace la realidad. Tampoco la normalización pasa por no modificar actitudes.

Lo que me extrañó fue que la ONCE, que no es solo el cupón, sino que es una corporación dedicada a mejorar la calidad de vida de las personas ciegas y con discapacidad visual, desperdició una oportunidad. Olvidaron mostrar el esfuerzo que requiere la convivencia de uno mismo y del entorno con una discapacidad. Reflejar lo que implica el proceso de adaptación es una de las claves hacia la sociedad inclusiva.

Que la vida no es rosa lo sabemos todos, pero intentar demostrar que a una adolescente que transita por una etapa en donde pertenecer es casi una necesidad mientras sus amigos la dejan afuera, es un error. La bronca que sobreviene a la pérdida, es una de las etapas del duelo por las que hay que pasar hasta llegar a adaptarse, y no aparece en ninguna escena.  

De esta manera, cerraron una ventana a la realidad. Esta es otra oportunidad desperdiciada por querer pintar de rosa un periplo de duelo que no se puede esquivar. En Camera Obscura prevaleció la ficción por sobre la realidad … lamentablemente.