Un rato, que poco a poco se convirtió en semanas, un hecho que transformó muchos aspectos. Caminar sin muleta! Fue extraño al principio, en realidad el primer día porque a lo bueno nos acostumbramos rápido. Lógico visto y considerando que llevaba 9 años andando con la ayuda inestimable de las muletas.
Un rato, que poco a poco se convirtió en semanas, un hecho que transformó muchos aspectos. Caminar sin muleta! Fue extraño al principio, en realidad el primer día porque a lo bueno nos acostumbramos rápido. Lógico visto y considerando que llevaba 9 años andando con la ayuda inestimable de las muletas.
Este regalo de la vida, o tregua de la esclerosis múltiple, equivale a tener las manos libres, a caminar por uno mismo, a sentirse libre, sin ataduras. Es un placer cuasi indescriptible que se traduce en un montón de situaciones en las que poder usar ambas manos es una ventaja.
Al poder caminar sin muleta, recibí un sinfín de alientos, felicitaciones, y un reconocimiento que aún no entiendo.
La esclerosis múltiple, como tantas otras enfermedades desmielinizantes y neurodegenerativas, tiene sus tiempos de progresión, y remisión o evolución abriendo un camino de limitaciones y hacia el descubrimiento de una parte de uno mismo que desconocíamos -probablemente-
Lo único que se y tengo más que claro, es que pasé épocas mejores y peores con la enfermedad, y por sobretodo un proceso de adaptación que ante el avance de la enfermedad, era indefectible afrontar.
Ante estos acontecimientos que nos abordan sin previo aviso, somos camaleones de la vida, vamos transformando nuestra realidad ante cada intromisión de la EM.
No soy ni héroe ni villana, ni triunfe ni me derrotó la enfermedad, sino que atravesamos un mix de situaciones y circunstancias de las que con el tiempo nos sobreponemos a la realidad que nos toca vivir.
Es por esa razón y lo cambiante de la esclerosis múltiple, que estoy en desacuerdo en promover lo que quieren denominar triunfos sobre la EM.
En este juego, por momentos perverso, no hay batallas ni luchas, ni ganadores ni perdedores. Más allá de todo hay gente que cada uno a su tiempo, seguimos adelante.
@mariapazgiambastiani
Hola María Paz, reconozco que a mi, personalmente, nunca alguien me vino con ese discurso victorioso, pero se de unos poquitos, que sí. No les ha parecido tan mal.
ResponderEliminarNo obstante, yo creo que son posturas del que no sabe de qué va la enfermedad, largan frases hechas como comodín y creen que así dan ánimo y positividad y si les dices "mira que no se cómo estaré mañana", no lo entenderán, los descolocas, porque no pueden mirar más allá de su preconcepto.
Creo que hay un proverbio que dice: el que conoce poco, lo repite a menudo.
Un saludo
Gracias Maite, un abrazo
EliminarA tí María Paz
ResponderEliminarHola, María Paz, ya en otra ocasión te pregunté cómo hiciste para mejorar. Entiendo que lo tuyo no era un brote que puede remitir parcial o totalmente con un tratamiento de corticoides, ya que llevabas 9 años usando las muletas. Yo tuve mi época de brotes que remitían, pero ahora estoy en silla de ruedas y desde que la enfermedad se convirtió en progresiva, nunca he mejorado lo más mínimo. Me intriga saber qué es lo que a ti te ha mejorado. Gracias.
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