Ya perdí la cuenta de cuantas llevo, se que son muchísimas a lo largo de estos 16 años con esclerosis múltiple. Soy casi una experta: con contraste, sin contraste, largas, breves, y eternas. La más corta fue de 30 minutos y la más larga de casi 3 horas. Toda una experiencia. En un rato volveré a repetir la frase “tengo hidrocefalia severa, pero convivimos en paz y en armonía desde hace 48 años” Una advertencia que más de una vez me dio un susto y a los radiólogos también. Camisolín, bombacha a la vista., nada sexy. Todo un protocolo. Timbre por cualquier cosa, y adentro. Esta vez durará promedio 1 hora, ni tan mal. Intentarán descifrar mi cerebro y la zona cervical que parece que es por dónde esta dejando huella la EM. Una salidital de parte del cuerpo para pinchar el contraste y de vuelta a seguir. Ya no hay nervios. Sí hastío, un cansancio de pruebas necesarias para conocer el avance de la enfermedad, de poner el cuerpo. Participo de manera obligada de un recorrido que e
Desde hace casi 15 años mi vida cambió, cuando me diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Desde ese momento comencé un camino de adaptación, a veces mejor llevado y otras atragantado. Luego de un largo tiempo de cambios abruptos de sensaciones, sentimientos, impotencia e incertidumbre llegó el momento de poder compartir este espacio con todos los que quieran comprender a quienes vivimos con una enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante. Empecemos este camino de comprensión y apertura.