De pronto la enfermedad avanza y su desarrollo se transforma en una fiera indomable contra la que no hay nada qué hacer. ¿Qué pasa cuando no se puede hacer nada? Ahí es cuando las ausencias médicas no se hacen esperar, los estudios ya no forman parte de un calendario aquel que estaba repleto allá lejos hace tiempo. No más citas médicas con los especialistas. Esto no es lo único que se esfuma de nuestras vidas generando una gran incertidumbre e inestabilidad. Es ahí cuando el equilibrio es más que un desafío, más bien una realidad lacerante. Por momentos nos mandan de aca para allá haciéndonos sentir como una papa caliente que nadie quiere sostener. Entre los especialistas se pasan los síntomas como si fueran figuritas intercambiables, la cuestión es que ninguno se hace cargo de lo que nos pasa, ni siquiera para acompañarnos a transitar este periplo. ¿Dónde están los especialistas cuando “no se puede hacer nada”?, cuando no se puede curar ni la enfermedad ni los síntomas, sólo pal
Desde hace casi 15 años mi vida cambió, cuando me diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Desde ese momento comencé un camino de adaptación, a veces mejor llevado y otras atragantado. Luego de un largo tiempo de cambios abruptos de sensaciones, sentimientos, impotencia e incertidumbre llegó el momento de poder compartir este espacio con todos los que quieran comprender a quienes vivimos con una enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante. Empecemos este camino de comprensión y apertura.