Madre no hay más que una............y familia también. Este es un tema controvertido, difícil por lo que implica, y duro de masticar. A veces se me atraganta. Desde pequeños vivimos que las madres y los padres nos protegen, nos educan, nos guían, nos ayudan a crecer. Luego la cosa cambia. Llega la etapa que vemos realmente a los progenitores, en todo lo que concierne a la realidad del ser. Momento en que dejan de ser superman o la mujer maravilla para convertirse en mortales como todo el mundo. Todo bien, o lo que a cada uno le haya tocado en la tómbola de la vida como padre y madre. Ojo que también los hermanos entran en la volteada. Hasta el día que llega el notición: tenemos esclerosis múltiple. Parecería que el diagnóstico es como un combo, viene con la sensación que en cualquier momento terminamos en una silla de ruedas, dependientes, tanto para nosotros como para quienes nos rodean. Que esta situación no llegue jamás, lo mantenemos a rajatabla. Ahí empieza el camino del duelo a l
Desde hace casi 15 años mi vida cambió, cuando me diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Desde ese momento comencé un camino de adaptación, a veces mejor llevado y otras atragantado. Luego de un largo tiempo de cambios abruptos de sensaciones, sentimientos, impotencia e incertidumbre llegó el momento de poder compartir este espacio con todos los que quieran comprender a quienes vivimos con una enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante. Empecemos este camino de comprensión y apertura.