Muchos no tienen quien les escriba, y yo tampoco. Estoy carente, no de temas, pero si revuelta. Yo lo llamaría falta de decisión, un paralelismo con lo que me está pasando. Esta es una semana en la que sabré si sigo perteneciendo al grupo de esclerosis múltiple o pasaré a formar parte de las filas de los enfermos de Devic. Una enfermedad “prima hermana” de la EM, desmielinizante, degenerativa, crónica y discapacitante. Esta revolución me provoca inconformismo, exigencia, la invasión de un torbellino de ideas, y la necesidad de tener todo resuelto hoy y ahora. Más que un deseo, parece una utopía, ya que nadie puede tener todo zanjado, porque la vida es sorpresa y transformación, constante y sonante. Estoy en medio de un motín interno, donde mi cabeza está sublevándose al cuerpo, y mi inconsciente hace su aparición en forma de sueños provocando la visión de las pesadillas que me conmueven pero no expreso. Informo pero no comunico, siento pero no trasmito y sufro en silencio, pero h
Desde hace casi 15 años mi vida cambió, cuando me diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Desde ese momento comencé un camino de adaptación, a veces mejor llevado y otras atragantado. Luego de un largo tiempo de cambios abruptos de sensaciones, sentimientos, impotencia e incertidumbre llegó el momento de poder compartir este espacio con todos los que quieran comprender a quienes vivimos con una enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante. Empecemos este camino de comprensión y apertura.