Que en el País Vasco el sol no es lo que abunda no es un gran descubrimiento. Acá la lluvia es parte del día a día, y porque no decirlo, del paisaje. Y el sirimiri una señal de identidad. A todo esto, quien más quien menos nos sentimos coleccionistas de paraguas, tanto de los que poseemos y de todos aquellos que perdimos, nos dejamos olvidados, o se rompieron luchando contra el viento que arrecia de vez en cuando. Cómo usamos este casi vital elemento para quienes vivimos por estos lares? En cuanto caen dos gotas abrimos el paraguas y caminamos por debajo de todo tipo de techos. Insólito: con paraguas y andando protegidos por balcones, techos y toldos. De pronto viene alguien de frente, caminando bajo la lluvia con muletas o en silla de ruedas por ejemplo, y sostener el paraguas es un poco difícil, más bien diría imposible a no ser que tengan 3 manos. La mayoría sigue andando, debajo del techo y con paraguas, como si tal cosa, sin ni siquiera apartarse para dejarlos pasar…no vay
Desde hace casi 15 años mi vida cambió, cuando me diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Desde ese momento comencé un camino de adaptación, a veces mejor llevado y otras atragantado. Luego de un largo tiempo de cambios abruptos de sensaciones, sentimientos, impotencia e incertidumbre llegó el momento de poder compartir este espacio con todos los que quieran comprender a quienes vivimos con una enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante. Empecemos este camino de comprensión y apertura.