Me agotaron los riesgos!. En otras palabras estoy podrida de afrontar los vaivenes de la propia enfermedad sumado, a los efectos secuendarios de los tratamientos, directos e indirectos. Al fin y al cabo es una sumatoria de causa efecto…defecto. Parece que caminamos por la corniza ya sea por la propia enfermedad y su avance, o bien por las contraindicaciones de los tratamientos, que visto y considerando lo que hay, no son ninguna pavada. Este episodio casi puedo reconocer que está durando, o más bien tardando, 9 meses y eso que no es ningun embarazo. Después de 4 brotes y 8 lesiones desmielinizantes nuevas, en diciembre del año pasado habia llegado el momento de cambiar de tratamiento. Fue ahí cuando el hígado decidió por mi, y todo por el aumento de las enzimas hepaticas que despertaron todas las alarmas. Especialista, análisis y estudios que llevaron su tiempo, hasta que en junio tuve la autorización para empezar con el nuevo tratamiento. Tampoco pudo ser esa vez. Una úlcera
Desde hace casi 15 años mi vida cambió, cuando me diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Desde ese momento comencé un camino de adaptación, a veces mejor llevado y otras atragantado. Luego de un largo tiempo de cambios abruptos de sensaciones, sentimientos, impotencia e incertidumbre llegó el momento de poder compartir este espacio con todos los que quieran comprender a quienes vivimos con una enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante. Empecemos este camino de comprensión y apertura.