Cuando escuchamos ciertos comentarios cuestionamos si hay intención de generar acciones en pos de la sociedad inclusiva. Muchas veces -más de lo que me gustaría- tengo la sensación que es una causa perdida, siempre y cuando sigamos relativizando todo. Más cuando la autocrítica cobra otro sentido, el de brillar por su ausencia. Que haya más rampas, bajadas en las calles o ascensores, no quiere decir ni mucho menos que seamos una sociedad consciente de la inclusión. Con esto no basta. Hay barreras de todo tipo, color y estilo, en materia de accesibilidad, cultura, educación, ocio, sanidad, mercado laboral, y social. No hay área que se libre...lamentablemente. Por eso, sostengo que hay que trabajar entre todas y todos, sin miramientos, ni minimizar las repercusiones de lo que está mal o incompleto. Lo que es, es. Además de los déficit de accesibilidad, hay que prestar atención a la empatía social, al compromiso, y la intención real en vez de la políticamente correcta...que es la q
Desde hace casi 15 años mi vida cambió, cuando me diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Desde ese momento comencé un camino de adaptación, a veces mejor llevado y otras atragantado. Luego de un largo tiempo de cambios abruptos de sensaciones, sentimientos, impotencia e incertidumbre llegó el momento de poder compartir este espacio con todos los que quieran comprender a quienes vivimos con una enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante. Empecemos este camino de comprensión y apertura.