Fatiga aquel extraño invasor ¿Cómo describirla? Es como que te desconecten. Quedás fuera de juego de un momento a otro, y para reiniciar la actividad hace falta mucho más que cambiarte las pilas. Pocos nos comprenden, no sólo a nosotros, sino al síntoma, que es como un fantasma que asecha muchas veces al día. No hay manera de erradicarlo, y cuando dice basta, es basta, no hay posibilidad de mediar, porque la fatiga domina nos guste o no. Ante el intento de explicación muchos contestan “yo también me canso, ya no tenemos 20 años” . Lo que no entienden es que nos venimos fatigando desde que nos acompaña la enfermedad (la esclerosis múltiple se diagnostica entre los 16 a los 40 años). Aunque lo advirtamos hasta la saciedad, que cansarse no es lo mismo que la fatiga bajo ningún punto de vista, la mayoría de la gente sigue sin entenderlo y comparándola con el decaimiento natural que genera la vida diaria. Cabe aclarar que uno puede seguir haciendo lo que sea cansado, pero no fat
Desde hace casi 15 años mi vida cambió, cuando me diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Desde ese momento comencé un camino de adaptación, a veces mejor llevado y otras atragantado. Luego de un largo tiempo de cambios abruptos de sensaciones, sentimientos, impotencia e incertidumbre llegó el momento de poder compartir este espacio con todos los que quieran comprender a quienes vivimos con una enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante. Empecemos este camino de comprensión y apertura.