El comportamiento ciudadano es todo un tema de debate para quienes tenemos algún tipo de discapacidad. Ni que hablar de a quien no se le nota, los síntomas invisibles. Y como dice el dicho “hay de todo en la viña del Señor”. A nivel urbanístico todo un reto de conducta, valores y contemplación. Sálvese quien pueda. ¿Cuál fue mi sorpresa la primera vez que viajé en avión con muleta? En ese momento me di cuenta de el lugar que pasé a ocupar en la sociedad, casi somos los últimos de la lista. Todos conocemos la norma de evacuación que dice que “las mujeres y los niños primero”………….y quienes padecemos alguna minusvalía, ¿cuándo es nuestro turno? Somos los últimos. Nuestra vida perdió valor. De hecho las compañías aéreas nos ubican del lado de la ventana, aunque elijamos pasillo………porque si hay una emergencia complicamos la evacuación. Somos un impedimento más a sortear. Y ni se nos ocurra sentarnos al lado de la puerta de emergencia, duraremos ahí menos de un minuto. Fue impactante, porque
Desde hace casi 15 años mi vida cambió, cuando me diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Desde ese momento comencé un camino de adaptación, a veces mejor llevado y otras atragantado. Luego de un largo tiempo de cambios abruptos de sensaciones, sentimientos, impotencia e incertidumbre llegó el momento de poder compartir este espacio con todos los que quieran comprender a quienes vivimos con una enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante. Empecemos este camino de comprensión y apertura.