Hoy me desperté como un día cualquiera, iba a ser cualquier cosa, menos eso. En cuanto pisé el suelo, me resultó increíble, sentí el frio del piso de madera, después pude diferenciar las texturas de la cama y del suelo. Impresionante. Era algo que estaba viendo venir, desde hacia una semana no necesitaba tanto apoyo. No quería adelantarme, pero era algo evidente, que podía llegar a hacerse realidad. Y se hizo. La alegría brotó de golpe, y mi sonrisa no tardó en aparecer. Estaba caminando con la muleta en la mano, sin apoyarla en el suelo. Mis ojos seguían cada movimiento, grabando el acontecimiento primero el suelo, la pierna, el pie, y finalmente la muleta. Estaba claro que algo sobraba, y por segunda vez. La emoción contenida brotó de golpe. Magia, milagro, suerte, fortuna, sorpresa, y que más da, estaba andando sin muleta y eso era lo que importaba. Una más, una más, un clamor lanzado al aire. 1, 2, 3, 4, 5 cuadras todo un logro. En ese momento, comencé a notar que las fuerz
Desde hace casi 15 años mi vida cambió, cuando me diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Desde ese momento comencé un camino de adaptación, a veces mejor llevado y otras atragantado. Luego de un largo tiempo de cambios abruptos de sensaciones, sentimientos, impotencia e incertidumbre llegó el momento de poder compartir este espacio con todos los que quieran comprender a quienes vivimos con una enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante. Empecemos este camino de comprensión y apertura.