Son
palabras que están en desuso. Si seguimos así van a tener que sacarlas del
diccionario de la Real Academia Española: aunque el eskerrik asko y barkatu
tampoco están exentas. Y cómo las palabras, hay cierta manera de proceder que
también está desapareciendo entre nosotros por nuestra propia responsabilidad. Hagamos
un poco de memoria, allá lejos y no hace bastante tiempo. Se acuerdan cuando
los menores respetaban a los mayores, cuando la gente dejaba pasar al que
entraba, nos abrían la puerta, o la sostenían y los actos de caballerosidad-por
llamarlos de alguna manera sin que las feministas se me echen encima-
abundaban. Bueno a eso se le llama historia. No
se si la crisis, la igualdad o nosotros mismos somos responsables de tal arbitrariedad
de dejar pasar todo y que caiga en el olvido. En
esta sociedad en la que intentamos convivir, es casi apremiante que vuelvan
ciertas normas de conducta: como sostener la puerta de un bar, de un edificio,
de la consulta del médico, del ascensor, …
Desde hace casi 14 años mi vida cambió, cuando me diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Desde ese momento comencé un camino de adaptación, a veces mejor llevado y otras atragantado. Luego de un largo tiempo de cambios abruptos de sensaciones, sentimientos, impotencia e incertidumbre llegó el momento de poder compartir este espacio con todos los que quieran comprender a quienes vivimos con una enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante. Empecemos este camino de comprensión y apertura.