Me sorprendió que una bronquitis me afectara de tal manera, me dejó apesadumbrada. El no sentirme bien, y todo porque interfiere en la respiración, y nada más importante que sentir que nos falta el aire. Fue entonces que pensé en la respiración, exhalar e inspirar, una acción mecánica que apreciamos poco, o nos damos cuenta de su importancia cuando nos cuesta llevar a cabo. Todo hasta que algo falla y la falta de aire forma parte de un período de nuestra vida. Sentimos la opresión en el pecho, cansancio, falta de aire, nos cuesta respirar, fiebre, dolor de pecho y espalda, estos son los síntomas de u na bronquitis, una circunstancia que puede afectar a cualquiera. Mientras la bronquitis se instala lo pasamos de aquella manera, yo diría que no muy bien, y quienes tenemos esclerosis múltiple (EM) nos sentimos inciertos ante nuestras propias reacciones al afrontar esta circunstancia, que consideramos trivial, porque no es lo mismo. La bronquitis asecha, sentimos como que nos encerra
Desde hace casi 15 años mi vida cambió, cuando me diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Desde ese momento comencé un camino de adaptación, a veces mejor llevado y otras atragantado. Luego de un largo tiempo de cambios abruptos de sensaciones, sentimientos, impotencia e incertidumbre llegó el momento de poder compartir este espacio con todos los que quieran comprender a quienes vivimos con una enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante. Empecemos este camino de comprensión y apertura.