Sexo es más que una palabra. Es parte de uno mismo, de nuestra manera de estar y de gozar. ¿Qué pasa con nosotros cuando las limitaciones empiezan a aparecer? La mirada del otro entra en juego y nuestra propia imagen empieza a contar para nosotros permitiendo que interfiera en la manera de vernos, y cómo nos ven. El lenguaje del cuerpo ya no es el mismo. Ante la aparición de algún síntoma que se nota e interfiere, nada vuelve a ser igual. Necesitamos un periodo de prueba y acostumbramiento de nuestra nueva realidad. Una muleta, la silla de ruedas, la pérdida de visión, incontinencia, temblores, rigidez, dolor... El deseo sexual es en lo último en que pensamos. Lo enterramos con una agilidad pavorosa. Esto indica un antes y un después en torno a nuestras relaciones. Ni que hablar de la sexualidad y la sensualidad. Y, como en casi todos los aspectos, la fatiga es un capítulo aparte. Nos agota hablar del tema antes de empezar. Total ¿para qué? Ahí es cuando entramos en pánico estemos o
Desde hace casi 15 años mi vida cambió, cuando me diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Desde ese momento comencé un camino de adaptación, a veces mejor llevado y otras atragantado. Luego de un largo tiempo de cambios abruptos de sensaciones, sentimientos, impotencia e incertidumbre llegó el momento de poder compartir este espacio con todos los que quieran comprender a quienes vivimos con una enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante. Empecemos este camino de comprensión y apertura.