Un despertar extraño Al principio nada vuelve a ser como antes. Un nuevo amanecer representa casi una amenaza, la incertidumbre te acecha. Lo primero es revisar que todo está bien, que no hay brotes, que todo esta como la noche anterior, sin ninguna alteración. Y si por una de esas casualidades uno durmió torcido y a una de las manos, o pies se le ocurre tener un hormigueo, suenan todas las alarmas. Te levantas de la cama, pisas fuerte, o empezás a masajearte la mano esperando ansiosamente que todo vuelva a la normalidad. Una vez todo como tiene que estar, regresa la respiración y la calma. A toda costa, en cada revisión -si no hay cambios es cada 6 meses-, querés que te diga tu neurólogo/a la palabra mágica: "está todo bien y no tendrás brotes". Ante la pregunta crucial y el temor a un nuevo ataque de tu sistema inmunológico -quien tiene que protegerte te ataca, la desprotección es total- recordás que los reyes magos no existen. Esa afirmación, deseo intrínseco, no te la pue
Desde hace casi 15 años mi vida cambió, cuando me diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Desde ese momento comencé un camino de adaptación, a veces mejor llevado y otras atragantado. Luego de un largo tiempo de cambios abruptos de sensaciones, sentimientos, impotencia e incertidumbre llegó el momento de poder compartir este espacio con todos los que quieran comprender a quienes vivimos con una enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante. Empecemos este camino de comprensión y apertura.