L as personas con esclerosis múltiple somos camaleónicos, emprendedores por naturaleza, o por obligación. A causa de esta enfermedad cambiante y sonante, nos vemos abocados de tanto en cuanto, a someternos al proceso de duelo por una condición que trazuma, una situación que transforma todo a nuestro alrededor, sumado a nuestro cuerpo, que no siempre responde como esperamos. No somos pocos quienes nos vemos obligados a abandonar nuestro trabajo por intromisión de la EM en nuestras vidas, con síntomas visibles e imperceptibles, afectando muchos aspectos a su paso. Tal es así que el área profesional no queda librada al azar, sino que cae bajo sus garras. Cuando esto ocurre -no a todos quienes tienen EM por suerte- la vida nos empuja a trazar nuevos caminos. Después de una época de enojo, shock, ansiedad, bajón y muchos sentimientos encontrados, entendemos que la adaptación es un beneficio y una necesidad para seguir adelante. Digerimos esta nueva realidad, no sin un pataleo
Desde hace casi 15 años mi vida cambió, cuando me diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Desde ese momento comencé un camino de adaptación, a veces mejor llevado y otras atragantado. Luego de un largo tiempo de cambios abruptos de sensaciones, sentimientos, impotencia e incertidumbre llegó el momento de poder compartir este espacio con todos los que quieran comprender a quienes vivimos con una enfermedad crónica, degenerativa y discapacitante. Empecemos este camino de comprensión y apertura.