Las personas con esclerosis múltiple somos camaleónicos, emprendedores por naturaleza, o por obligación. A causa de esta enfermedad cambiante y sonante, nos vemos abocados de tanto en cuanto, a someternos al proceso de duelo por una condición que trazuma, una situación que transforma todo a nuestro alrededor, sumado a nuestro cuerpo, que no siempre responde como esperamos.
No somos pocos quienes nos vemos obligados a abandonar nuestro trabajo por intromisión de la EM en nuestras vidas, con síntomas visibles e imperceptibles, afectando muchos aspectos a su paso. Tal es así que el área profesional no queda librada al azar, sino que cae bajo sus garras.
Cuando esto ocurre -no a todos quienes tienen EM por suerte- la vida nos empuja a trazar nuevos caminos. Después de una época de enojo, shock, ansiedad, bajón y muchos sentimientos encontrados, entendemos que la adaptación es un beneficio y una necesidad para seguir adelante.
Digerimos esta nueva realidad, no sin un pataleo mediante, para reencontrar aspectos que nos lleven a trazar nuevos rumbos en nuestra vida, y una reescritura de nuestro proyecto se hace presente, aunque persiste el conocimiento sobre lo incierto de la esclerosis múltiple, cuestión que tenemos en cuenta ante cada planificación. Vivir el presente, el aquí y ahora, dia tras dia.
Así llega el “borrón y cuenta nueva”, por decirlo de alguna manera. Es el tiempo quien dictará cuando iniciamos una andadura diferente, en donde otros destinos nos esperan y no me refiero a un viaje -¿o porqué no?- sino que a un viraje en el trabajo, aunque no siempre se da esta circunstancia.
Muchas de las personas que tenemos esclerosis múltiple, tenemos que adaptar nuestra realidad a nuestro empleo, y como no siempre, el trabajo se adapta a nuestras necesidades, emprendemos un periplo diferente dejando atrás una etapa de nuestra vida para construir otra nueva. Como decía un profesor de estadística que tuve en la universidad “se pierde algo para ganar otra cosa”. Eso si, durante ese trance no lo vemos, más bien nos afecta, y de que manera.
El autoempleo, los proyectos propios, en fin un volantazo de 180 grados, previo analisis de las competencias que tenemos en nuestro haber, y de que manera podemos reconducir este entuerto llamado esclerosis múltiple. Paso a paso.
Es así cuando descubrimos que no todo está perdido, sino que una nueva etapa se abre ante nosotros, cuando estrenamos un ámbito de influencia, a veces afortunado, otras a paso lento, pero estreno al fin. Con coraje, perseverancia, constancia, garra y corazón es que seguimos adelante.
No lo elegimos, sin embargo decidimos emprender nuevos rumbos, porque la imperiosa adaptación … es un grado.
@mariapazgiambastiani
Comentarios
Publicar un comentario