Estamos confundidos, y pretendo aclarar
la diferencia.
Alguna vez pensaron que accesible, no
quiere decir grande.
Si yo mal no recuerdo, Barrio Sésamo, nos enseñó la diferencia. entre grande y pequeño
y eso si, que lo tenemos claro. Aunque accesible parece que no, sino, a las
pruebas me remito.
Las entradas de lugares públicos y privados, cometen los mismos errores.
Las puertas de acceso no tiene rebaje,
es más tienen escalones incorporados, que son una
barrera, muchas veces, infranqueable. Por las puertas ni por equivocación entra una persona en silla de ruedas. Conste que abundan más de lo que pensamos.
Hay lugares que tienen rampa, con la
inclinación adecuada, y sacan pecho al reconocerlo,
aunque se olvidan de colocarle, a la rampa, una barrera para agarrarnos. En
otros casos, la inclinación, la pendiente, no entró en
consideración al incorporarla. Por ahí no hay quien entre, ni salga, sin
ayuda.
Es entonces cuando con esfuerzo, o con
la ayuda de alguien, entramos al lugar y es cuando nos llevamos otra sorpresa,
al tener que atravesar más de un obstáculo.
Eso si tienen baño adaptado; o mejor dicho, con puerta grande y dimensiones
desproporcionadas. Lo que no es sinónimo de adaptado,
ni mucho menos.
En materia de accesibilidad, los baños
son la joya de la
corona. Aunque antes de llegar a ellos, debemos pasar por un pasillo donde
el ancho queda reducido a la mínima expresión…de la cara que se nos queda al verlo,
considerando que para mover la silla de ruedas, caminar con muletas, o para
quien tiene algún tipo de dificultad de movimiento, o
una persona ciega; necesitamos más espacio.
Si hablamos específicamente, de los
baños adaptados, los metros cuadrados abundan, aunque los accesorios y la
ubicación del lavabo, y del inodoro, son un plus a
considerar. Acá, la dimensión
de todo, es importante, y la distribución fundamental.
Con respecto este ámbito
que considero privado, tengo una duda casi existencial ¿Por qué los baños
para discapacitados, están en el de las mujeres?
Ojo que esto no es lo peor. El colmo de los colmos,
es para los baños que tienen el logo de “discapacitado” aunque están
en el primer piso o en el subsuelo, y todo porque son grandes, ¿es una
tomadura de pelo o chiste malo? Porque todavía no le
encontré la
gracia.
En cuanto a la discapacidad y la
sociedad inclusiva, quienes tenemos alguna capacidad diferente, nos sentimos más de una vez, en un lugar equivocado.
En síntesis, no
voy a pretender que se pongan en nuestro lugar, pero si, que nos tengan en
cuenta.
Carmen Garcia Vega cierto, no tiene gracia............
ResponderEliminarSiempre investigo Paz, miro el aseo de minusválidos, ya por curiosidad y me doy cuenta que la mayoría de las veces no están adaptados aunque lo ponga, aunque sean grandes. La puerta se abre hacia afuera para empezar y cosas así. Menuda sociedad eh!!!! Un cartelito para callar la boca y se acabó. Qué lástima!!!
ResponderEliminarA mi sólo me pasó una vez de estar el baño de discapacitados dentro de la zona de baño para hombres, por lo general si que es cierto que están o aparte o en la zona de mujeres.Aparcamiento de Minusválidos
ResponderEliminarEs lamentable que esto ocurra. Fidel
ResponderEliminarLos baños son un gran escollo. Txema
ResponderEliminarNo había pensado en todo esto, me abrieron los ojos, que individualistas que estamos. Esmeralda
ResponderEliminarVos si que sos grande. bs Uge
ResponderEliminarDesde Argentina, María Paz, se vive EXACTAMENTE y peor, la misma "realidad". Todos somos iguales ante la ley. “Pero algunos son más iguales que otros”. Predomina la visión egoísta: “La gente normal se parece a nosotros”.Se considera que NO es “normal” llevar aparato, anteojos, ser hijo único o tener pecas. Cuando era “normal” no imaginaba los avatares por los que peregrinaría. Estoy convencida de que los educadores debemos ABRIR LAS MENTES, no cerrarlas. Los alumnos saben perfectamente que la esencia está dentro de mí. No “temen contagiarse” del dolor de una enfermedad crónica como la Esclerosis Múltiple. No así las Autoridades, que siguen sordas, ciegas y mudas. Nunca pensé en luchar para trabajar! ¿Qué enseñanza impartimos si al diferente se lo aparta, oculta, ubica como un trasto, para que no se vea y muestre la posibilidad de la vulnerabilidad humana? ¿Esto es “excelencia” en educación? ¿Volvemos al “cuarto del opa”? ¿Y la integración educativa?. Sería bueno enseñar que la capacidad para hacer algo, reside en todas las personas, tanto en las que tienen una pierna como en las que poseen dos. Enseñar que detrás de los ojos que no ven, encima de la silla de ruedas, tras los sonidos guturales de quien no puede escuchar… viven personas. Enseñar que la etiqueta social puede cosificar: “No tengo, solamente soy”. Es decir, no tengo ceguera, soy ciego. Parece que no somos conscientes de que todos somos vulnerables. Llego a la conclusión de que tenemos que vivir con lo que otros temen afrontar. Recuerdo las palabras de un personaje de Ernest Hemingway (Por quién doblan las campanas) El relato transcurre durante la Guerra Civil española .Cada vez que suenan las campanas en forma lenta, es porque ha fallecido alguien. Suenan las campanas -“¿Por quién doblan las campanas?”-“No preguntes por quién doblan, están doblando por ti”.
ResponderEliminarAdriana C. Lenardon
adrilenardon@ciudad.com.ar
Gecotend Madrid tu eres grande no, muy grande, tenemos que fijarnos muy bien y aprender mucho de ti, gracias por darnos esa oportunidad, un beso
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