Mi columna De eso no se hablaba, sobre discapacidad y sociedad inclusiva
Cine accesible, en el 01:43.00 en Más Que Palabras con Almudena Cacho y un equipo de primera. http://www.eitb.com/es/audios/detalle/961033/mas-palabras-30092012/
Empecemos reconociendo que el cine es arte, comunicación, promoción y persuasión. Pero, por sobre todas las cosas, es parte del ocio y del entretenimiento que nos permite hacer un impase de la vida diaria, y una salida de la que todas y todos queremos disfrutar.
Es más, yo diría que es casi un ritual que empieza con la espera del estreno de la película que queremos ver, hasta comprar las entradas y las palomitas. También los ruidos y el murmullo forman parte de la parte previa, así como la sala oscura y la presentación de la película. Porque el cine no es sólo el filme en sí, sino el conjunto de emociones que despierta en cada uno. Porque el cine, independientemente de la película, es un espectáculo, de principio a fin.
Conviene advertir que este tipo de ocio, queda exento de la agenda cultural de quienes tenemos alguna minusvalía, por carecer las salas, de una adaptación visual, auditiva y de accesibilidad.
¿Qué sucede si alguien va en silla de ruedas? Tiene una alternativa, mirar la película en la primera fila, ya que entre el poco espacio disponible entre las butacas y las escaleras, la única opción es quedarse en la primera fila, o peor delante de ella. Teniendo en cuenta que no hay quien pague por este sitio ¿por qué para quien esté en silla de ruedas si es apto? Insisto, no es el lugar ideal para ver una película, en donde terminar con tortícolis es parte del combo.
Otro aspecto a considerar. Al estar dobladas las películas, la mayoría carecen de subtítulos, es entonces cuando las personas sordas tienen otra barrera añadida.
Por suerte, la industria cinematográfica tomó nota. Parece que replantearon conceptos y “se dieron cuenta” que muchas personas no tenían oportunidad de ir al cine y fue cuando lanzaron una propuesta que implementarán a partir de octubre en Bilbao, Palma de Mallorca, Pamplona, Valencia y Zaragoza. Estas ciudades contarán con salas de cine accesible.
Sin embargo tiene un inconveniente, esto ocurrirá solo una vez por semana. Por consiguiente esto da lugar a hacerme otra pregunta: descontando que el poder de decisión de cuando ir al cine no está a nuestro alcance, ¿qué posibilidad de elección tendremos sobre qué película veremos, quienes tenemos alguna minusvalía? En fin, que el proyecto cine accesible como lo denominaron, es contradictorio porque es restrictivo en sí mismo.
Cine accesible, en el 01:43.00 en Más Que Palabras con Almudena Cacho y un equipo de primera. http://www.eitb.com/es/audios/detalle/961033/mas-palabras-30092012/
Dos pasos para adelante, y uno hacia atrás
94 millones es la cantidad de espectadores que van anualmente al cine en
España. Me gustaría saber ¿cuántos de los asistentes tienen alguna
discapacidad? Seguramente pocos.Empecemos reconociendo que el cine es arte, comunicación, promoción y persuasión. Pero, por sobre todas las cosas, es parte del ocio y del entretenimiento que nos permite hacer un impase de la vida diaria, y una salida de la que todas y todos queremos disfrutar.
Es más, yo diría que es casi un ritual que empieza con la espera del estreno de la película que queremos ver, hasta comprar las entradas y las palomitas. También los ruidos y el murmullo forman parte de la parte previa, así como la sala oscura y la presentación de la película. Porque el cine no es sólo el filme en sí, sino el conjunto de emociones que despierta en cada uno. Porque el cine, independientemente de la película, es un espectáculo, de principio a fin.
Conviene advertir que este tipo de ocio, queda exento de la agenda cultural de quienes tenemos alguna minusvalía, por carecer las salas, de una adaptación visual, auditiva y de accesibilidad.
¿Qué sucede si alguien va en silla de ruedas? Tiene una alternativa, mirar la película en la primera fila, ya que entre el poco espacio disponible entre las butacas y las escaleras, la única opción es quedarse en la primera fila, o peor delante de ella. Teniendo en cuenta que no hay quien pague por este sitio ¿por qué para quien esté en silla de ruedas si es apto? Insisto, no es el lugar ideal para ver una película, en donde terminar con tortícolis es parte del combo.
Otro aspecto a considerar. Al estar dobladas las películas, la mayoría carecen de subtítulos, es entonces cuando las personas sordas tienen otra barrera añadida.
Por suerte, la industria cinematográfica tomó nota. Parece que replantearon conceptos y “se dieron cuenta” que muchas personas no tenían oportunidad de ir al cine y fue cuando lanzaron una propuesta que implementarán a partir de octubre en Bilbao, Palma de Mallorca, Pamplona, Valencia y Zaragoza. Estas ciudades contarán con salas de cine accesible.
Sin embargo tiene un inconveniente, esto ocurrirá solo una vez por semana. Por consiguiente esto da lugar a hacerme otra pregunta: descontando que el poder de decisión de cuando ir al cine no está a nuestro alcance, ¿qué posibilidad de elección tendremos sobre qué película veremos, quienes tenemos alguna minusvalía? En fin, que el proyecto cine accesible como lo denominaron, es contradictorio porque es restrictivo en sí mismo.
Te admiro por tu fuerza de voluntad y por tener unas ganas de luchar enormes ante la adversidad. Creo que ahora empezarás a estudiar Euskara y que habrá mucha gente que te va a ayudar. Particularmente estoy orgulloso de tu amistad y me encanta tu libro. Un abrazo.
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